Bugatti sorprendió al mundo cuando reveló al mundo el impresionante que movilizaba a la bestia sobre ruedas llamada Veyron 16.4, en 2005. Después volvió a causar el mismo efecto 11 años más tarde, cuando se encargó de impulsar nada menos que al Chiron. Gracias a su increíble capacidad de potencia generadas en estos modelos, ambos resultan inalcanzables por un deportivo estándar.
En el modelo Veyron, su corazón motriz es de 8.0 litros y puede generar una cifra que asciende a los 1.000 caballos de fuerza. Y, hacer que este modelo presentado hace 17 años, acelere de 0 a 100 km/h en solo 2,5 segundos, para marcar una velocidad máxima que supera los 400 km/h.
Sin embargo, el Chiron, de 2016, redobló la apuesta a quienes buscaban más adrenalina y poder en un Bugatti. A este increíble bloque se le añadieron cuatro turbocompresores, al igual que a la primera versión, solo que más grandes asociados a un sistema de inyección de combustible dual con 32 válvulas y un mayor uso de carbono y titanio. Su potencia no fue otra que más abismal: 1.600 CV y un par máximo de 1.600 Nm.
En concreto, para los entendidos en la materia de mecánica, estamos hablando del sorprendente motor W16. Este es el encargado de tornar unas bestias imparables a estos carros de legendaria compañía francesa, gracias a 16 cilindros montados de manera longitudinal que lo hacen un bloque único.
Está compuesto por más de 3.712 piezas individuales, que cada una se ensambla a mano en la planta de motores de Volkswagen en Salzgitter, Alemania, en una sala separada y reservada exclusivamente para estos. Un dato curioso: solamente es ensamblado por dos expertos que demoran 6 días en dejarlo listo tras colocar meticulosamente sus partes.
El bloque W16 de Bugatti tiene un sistema de escape de titanio que le permite resistir las elevadas temperaturas de calor. El correcto funcionamiento de los 16 cilindros es monitoreado por el sistema interno denominado Bugatti Ion Current Sensing (BIS). Además, es refrigerado por un dispositivo con dos ciclos de agua que lo mantienen en equilibrio.
Por su parte, para evitar que es motor se sobrecaliente, es atravesado por 40 litros de agua y añade el trabajo de tres enfriadores en la parte delantera. A su vez, está compuesto por enfriadores para el aceite del diferencial, de la transmisión, y de un intercambiador para el aire acondicionado.
Con el paso del tiempo, los ingenieros de la marca administrada por Volkswagen optimizaron el desarrollo del motor 16, el cual presentó una evolución continua. Entre las modificaciones realizadas están la sumatoria de turbocompresores ampliados, que permitieron que el Bugatti Veyron 16.4 Super Sport, de 2010, desarrollara 1.200 CV y marcara un record de velocidad de 431.072 km/h. Por esto último, este carro ingresó al Libro Guinness de los Récords
El Bugatti Chiron presentó una nueva actualización: generó una potencia de 1.500 CV gracias a un turbocompresor secuencial inédito. En el caso del Centodieci, modelo que rinde tributo al legendario EB110, el motor W16 suma 100 CV, por lo que su potencia asciende a 1.600 CV, por a una turboalimentación de dos etapas (turbocompresor secuencial) donde dos sistemas entran en juego uno tras otro.
Esta nueva configuración fue la elegida por los ingenieros de la marca de Molsheim para el Chiron Super Sport 300+. Este carro fue, en 2019, el primer deportivo en romper la barrera de los 400 km/h, al fijar 490.484 km/h sobre el asfalto. Este motor ha recibido más de 16.000 horas en sus diferentes fases de desarrollo. Incluso, fue exigido a una prueba de más de 500.000 kilómetros para lograr la aprobación final. ¿Qué piensas sobre este impresionante corazón motriz de Bugatti?
Periodista. Amante de los autos. Tifosi. "La mayor satisfacción que puedes obtener de cualquier cosa que hagas en la vida, es la sensación que tienes cuando lo haces realmente bien y sabes que puedes hacerlo mejor que los demás", Michael Schumacher.+ info
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