Todo lo que hay que saber antes de comprar una furgoneta para camperizar

2021-12-27 10:09:32 By : Ms. Lisa Qiao

Hacerse una furgoneta camper para viajar es el sueño de muchos y posiblemente te lo hayas planteado. Comprar una furgoneta para camperizar es la parte más fácil, pero ¿te has planteado todo lo que viene después?

Hoy vamos a comentar los puntos más importantes a tener en cuenta a la hora de camperizar una furgoneta y cómo pueden afectar al precio final del proyecto, que puede ir desde lo más casero y sencillo hasta presupuestos locos con acabados de lujo.

Como ya hemos visto anteriormente, el tamaño de la furgoneta es determinante a la hora de planificar nuestro proyecto de camperización. Ya sea en furgonetas compactas, medias o de gran volumen, siempre tendremos opciones a la hora de realizar la distribución interior.

Lógicamente cuanto mayor sea el espacio, más elementos podemos colocar o al menos con mayor libertad, pero podemos distribuirlos al gusto o jugando con cada elemento a base de imaginación.

En las furgonetas compactas no tenemos mucho espacio, pero podemos optar por camas plegables sobre los asientos traseros plegados o directamente prescindir de los asientos traseros para colocar un módulo de cocina con unos asientos bajos que pueda servir como base para una cama extensible.

En las furgonetas medias y de gran volumen ya tenemos más espacio para jugar y aquí casi influye más el gusto de cada uno que la practicidad. Desde zonas de comedor con asientos en forma de U y una mesa telescópica que se baja para convertirse en una cama a comedores separados y camas fijas, pasando por cocinas colocadas en un lateral o contra el respaldo de los asientos delanteros, en cuyo caso nos obligaría a bajar de la furgoneta para acceder a la zona habitable.

El proyecto aquí entra en una zona crucial en la que lo mejor es hablar con un especialista, contarle nuestra idea y que nos aconseje sobre las diferentes opciones. Mide, dibuja esquemas, vuelve a medir, dibuja el plano a tamaño real sobre el propio interior de la furgoneta para hacerte una idea de las dimensiones... y vuelve a medir.

Mide todo el rato. El flexómetro es el mejor amigo para quien quiere una camper, porque todo tiene que ir medido al milímetro y lo ideal es que los cortes solo se hagan una vez. Más que nada porque muchas veces no se puede arreglar un mal corte.

Hasta ahora hemos hablado de planificar y medir, pero lo siguiente es plantearse qué vamos a medir y qué vamos a cortar. La elección de materiales es fundamental a la hora de conseguir camperizar una furgoneta con éxito. Pero camperizar bien, no de cualquier manera. Cualquiera puede enmoquetar una furgoneta desnuda y poner un sofá cama barato de cierta macrotienda sueca, pero no estamos hablando de eso.

Ya sea en la realización de un módulo plegable para una furgoneta compacta o amueblar por completo una furgoneta grande, los materiales que usemos tienen que ser escogidos para ofrecer buena integridad estructural, ser duradero y resistir los elementos externos.

En las tiendas especializadas encontraremos materiales que más allá de los niveles de acabados tienen ciertas características como peso contenido o propiedades hidrófugas que hacen que en muchos casos sean elementos compartidos con el mundo de la náutica. Al fin y al cabo las maderas que utilicemos tienen que resistir movimiento, humedad y un trato bastante intensivo.

Lo mismo pasa con los herrajes para el mobiliario mediante pulsadores o los carriles para los cajones. Además de hacer su función tienen que soportar las fuerzas cuando conducimos.

Los tableros de madera laminada de chopo/calabo de 15 mm de espesor revestidos de melamina (2.440  x 1.220 mm) cuestan unos 125 euros. A partir de estos tableros hay que realizar cada pieza, cantear y sumar perfilería y otros herrajes.

Por debajo de los paneles hay que aislar la chapa y que nuestra camper no sea un horno en verano y un congelador en invierno. Para eso hay materiales como el aislante térmico reflexivo multicapa (siete o nueve capas) o el kaiflex (10 mm a 237 euros los 30 m² o 193 euros los 15 m² del de 20 mm) idóneos para estos trabajos. El aislamiento es una inversión en material y tiempo, pero determinará el confort térmico en el interior de la camper.

Para todo lo relacionado con la electricidad un trabajo limpio y ordenado es clave. Si cada línea la pasamos por un tubo corrugado de protección y le damos el diámetro apropiado a cada elemento evitaremos sustos. Además, siempre pasando cada cableado por una caja de fusibles para evitar sustos.

Un kit de cableado con relé para instalar una segunda batería cuesta unos 40 euros (batería aparte), mientras que los relés automáticos suben entre 50 y 60 euros. El rollo de 200 metros de cable de 2,5 mm² cuesta 80 euros, una centralita sencillita para dos baterías y aguas son 160 euros y ahí hay que sumar terminales, conexiones, cajas de fusibles, cinta aislante...

¿Para qué vamos a utilizar la camper? ¿Vamos a hacer turismo urbano de fin de semana o nos vamos a ir con ella de vacaciones cuatro semanas recorriendo parajes recónditos hasta llegar a Cabo Norte? ¿Vamos a hacer viajes por la playa o somos más de montaña?

Según el uso necesitaremos unos elementos u otros. Siempre podemos tirar de imaginación, pero al igual que ocurre con los materiales los elementos de equipamiento deberíamos seleccionarlos entre el material específico pensando en la fiabilidad, consumo (bajo) y tamaño (contenido).

Por ejemplo, las bombas de agua de inmersión (10-20 euros) para instalar un fregadero con grifo vienen del mundo de la náutica y son compactas, baratas y fiables. Lo mismo ocurre con las neveras, con un consumo extremadamente bajo, lo contrario que su precio. No es necesario instalar una cocina con gas que nos obligaría a realizar, homologar y pasar las revisiones de una instalación de gas, podemos optar por un hornillo portátil con cartuchos de gas.

La selección es importantísima y afecta también a la distribución del interior. El caso más evidente puede ser la nevera (ya sea con apertura horizontal de bisagra, de corredera o vertical) o el potti (el WC químico portátil). Tendremos que reservar un espacio para este elemento, que sea accesible y que sea lo más a medida posible para no robar espacio.

Cada equipamiento por supuesto supone un incremento a tener en cuenta en el precio final de nuestra camperización. Algunos ejemplos de referencia en equipamiento de calidad:

Tratándose de vehículos que vamos a utilizar para viajar y hacer recorridos largos, la fiabilidad es un punto muy a tener en cuenta. Revisar el apartado mecánico será la primera tarea a la hora de plantearnos una furgoneta como base para camperizar.

Acudir con ella a un taller de confianza para una revisión general debería ser el paso inicial de todo el proceso si se nos escapan los conocimientos de mecánica.

No solo hablamos de que el motor esté en condiciones, porque los motores de los vehículos comerciales o industriales suelen gozar de una salud fuerte (salvo que hayan sido evidentemente maltratados), también nos referimos a la caja de cambios, esquemas de suspensiones y dirección. No dejan de ser vehículos grandes y pesados que no siempre circulan por los terrenos mejor asfaltados.

Dentro de los diferentes tipos de motores que podemos escoger podemos hacer dos grandes grupos: el más nutrido es el de los motores turbodiésel cuya distribución se hace mediante correa. Su funcionamiento es más silencioso pero a cambio hay que realizar mantenimiento periódico. En el otro lado del cuadrilátero están los motores con distribución por cadena, con mayor rumorosidad mecánica pero sin enfrentarse a cambios de correa.

Otro punto que hay que tener muy en cuenta sobre todo en el caso de las camper más grandes es el peso. El incremento de equipamiento sobre todo cuando incluimos depósitos de agua supone un incremento notable de peso, y siempre debemos respetar la Masa Máxima Autorizada en ficha técnica. Con todo el peso del equipamiento, el del equipaje y el de las personas que viajen en su interior podemos exponernos a sanciones más que cuantiosas.

En Motorpasión | Cómo construí mi propia furgoneta camper paso a paso: una historia de sueños y pesadillas por el amor de viajar a mis anchas

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